La iluminación en el diseño de interiores de las viviendas es un factor al que debemos prestar mucha atención.
Con una iluminación adecuada podemos potenciar áreas, colores, objetos… modificando completamente su diseño. Además, afecta directamente a la salud. Es por ello por lo que este elemento se debe considerar como una de los principales elementos a tener en cuenta a la hora de plantear el interior de una casa.
El problema que solemos encontrar es que muchas viviendas no reciben suficiente luz natural. La solución está en una correcta iluminación artificial, de la que hablaremos a continuación.
Antes de comentar los tipos de luces que podemos instalar y dónde, vamos a enumerar algunos de sus beneficios y, entender así, porqué es imprescindible en la decoración.
1.1. Beneficios que aporta al inmueble.
– Produce sensación de amplitud.
– Potencia rincones que a simple vista son puntos muertos.
– Crea sensaciones de comodidad, calidez, relajación…
– Da un toque personal.
1.2. Como afecta a la salud.
La falta de claridad ocasiona daños sobre la salud como:
– Dificultades para descansar y cansancio crónico.
– Dolor de cabeza y fatiga visual.
– Accidentes domésticos.
– Estrés.
Los tipos más comunes usados para alumbrar las estancias son:
– General: es la más homogénea. Ilumina por igual todas las estancias y está distribuida a lo largo de toda la vivienda. Por ello, la utilizamos para alumbrarnos y realizar las tareas domésticas.
– Puntual o focal: para espacios más concretos como la mesa del comedor, una mesa de escritorio donde leer o estudiar…
– Decorativa: esta luz se usa para destacar objetos y piezas específicas como una pared, una vitrina, figuras…
– Ambiental. Su intensidad es menor con el fin de crear una atmósfera relajada, para, por ejemplo, ver la tele.
Cada tipo de iluminación puede alumbrar de un modo diferente, pues no existe una única manera:
– Directa. Esta es la que alumbra directamente sobre un objeto o una estancia completa. Aprovecha al máximo la luz, genera sombras y deslumbramiento. Esto es así porque entre el foco de luz y la zona a alumbrar no hay una pantalla.
– Indirecta. Se caracteriza porque se refleja hacía el techo o pared con el objetivo de crear un ambiente relajado y sin sombras. Por ello, se recomienda que, tanto la pantalla como el color del lugar donde se refleja, sean de colores claros.
– Difusa o mixta. Es la que mezcla el 50% de luz directa y el 50% de luz indirecta. Crea una atmósfera relajada con luz homogénea y sin sombras.
– Semi directa. Es como la directa, solo que se pone un difusor entre la luz y la zona a iluminar. Esto permite que se distribuya mejor la luz, no deslumbre tanto y las sombras no sean tan intensas.
– Semi indirecta. Dirige la luz hacía arriba con un difusor en la parte inferior (como la semi directa) y la zona a iluminar no lleva difusor (como la indirecta). La luz que dirige oscila entre el 60 y el 90%. Consigue una luz suave con pocas sombras y poco deslumbramiento. Se recomienda que el techo tenga colores claros.
La temperatura de la luz hace referencia a su color y se mide en kelvin. Las luces más cálidas tienen menos kelvin que las frías: las luces blancas oscilan entre los 5.000 y 6.000 kelvin, las neutras tienen aproximadamente 4.000 k y las cálidas menos de 3.300 k.
Dependiendo del espacio en que que queramos instalarlas y las actividades que vayamos a desarrollar, pondremos una variedad u otra.
4.1. Luz blanca o fría.
Es la más parecida a la luz natural del día, con tonos azulados, lo que permite ver los colores como son realmente.
Además, fomenta mucho la concentración, haciéndola perfecta para espacios donde desarrollamos muchas actividades, como la cocina, el baño, la zona de trabajo, gimnasio…
4.2. Luz cálida.
Se caracteriza por su tonalidad amarilla, la cual altera los colores y provoca que no se vea tal y como es.
Nos transmite calidez, tranquilidad, confort y relajación, entre otras. Es perfecta para dormitorios, salón, sala de televisión, etc.
4.3. Luz neutra.
Es una mezcla de las dos anteriores, aunque no al 50%. Tiene un tono de luz muy natural, por lo que consigue aumentar el confort del salón, el comedor o el recibidor.
Por todas estas razones, actualmente, la iluminación es un agente fundamental en el diseño de interiores. Lo ideal es que, si te estás planteando reorganizar el interior de tu casa, pide ayuda a un profesional que potencie los espacios y el mobiliario.
Si necesitas más información, ponte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de atenderte.