El Gobierno ha aprobado subir las pensiones desde enero de 2025: un 2,8% para las contributivas (las que dependen de años trabajados), un 9% para las no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital, y un 6% para las pensiones mínimas, que han aumentado un 12% en los últimos dos años. Esto busca ayudar a los pensionistas más vulnerables, reducir la brecha con el umbral de pobreza y proteger su poder adquisitivo frente a la inflación. La pensión mínima con cónyuge a cargo llegará a 1.127 euros al mes, mientras que las mínimas de viudedad han crecido un 11,66% en dos años. En total, 12 millones de personas se beneficiarán, con un coste de más de 7.000 millones de euros, aunque la medida todavía necesita ser aprobada por el Congreso; si no se convalida, las pensiones podrían quedarse como están o incluso bajar desde febrero.