Aunque parezca extraño, esto es posible. Debemos tener en cuenta que cuando la pidamos tenemos que hacerlo como si fuera para un local comercial donde abrir un negocio, a pesar de que finalmente acabemos construyendo una vivienda.
Una hipoteca para un local comercial es la que debemos solicitar si queremos emprender un negocio y tenemos que adquirir y/o reformar un local, es decir, es la que está destinada fines profesionales.
En ciertos aspectos se parece a una hipoteca normal pero las condiciones de una hipoteca comercial suelen ser más rígidas, pues es una operación más arriesgada que la compra de un inmueble.
En este artículo vamos a hablar de sus características y requisitos, así como de sus diferencias con respecto a la hipoteca normal.
Al igual que ocurre con cualquier préstamo, estos también se tienen que devolver en el tiempo estipulado, con unos intereses y bajo unas condiciones. Sin embargo, hay una serie de peculiaridades que la diferencian del resto y estas son:
– Tipos de interés. Ya sea un hipoteca fija o variable, los intereses son mayores que en una hipoteca normal. Oscilan entre el 4-5%.
– Montante. Actualmente no se concede el 100% del valor de una vivienda sino el 80% teniendo que aportar el 20% restante. Pero en los préstamos para locales, el máximo que se da es un 70% (precio de compra o tasación) del montante por lo que debemos tener más ahorros.
– Plazo de amortización. Si compramos una vivienda, el periodo de devolución del crédito puede ser de hasta 30 años, pero si compramos un local el máximo de la hipoteca serán 20 años.
– Otros gastos. A diferencia de las otras hipotecas, estas tienen más gastos asociados que no asume el banco.
Estas características son a su vez las que diferencian las hipotecas comerciales de las hipotecas para inmuebles.
Para poder acceder a ellas es necesario reunir las siguientes condiciones:
– No la puede pedir un particular. Debe ser una persona física con actividad empresarial o persona jurídica.
– Tener entre 18 y 75 años, teniendo en cuenta que a mayor edad menos años de amortización.
– Tener un negocio o una idea de negocio.
– Contar con unos ahorros del 40% con respecto al valor total, pues solo nos concederán el 70% y deberemos aportar el 30%. El 10% restante es para los gastos asociados.
– No estar en ninguna lista de morosos.
– La cuota mensual de este préstamo o todos los que tengamos activos, no puede superar al 35% de los ingresos mensuales.
Aunque parezca extraño, esto es posible. Debemos tener en cuenta que cuando la pidamos tenemos que hacerlo como si fuera para un local comercial donde abrir un negocio, a pesar de que finalmente acabemos construyendo una vivienda.
Estas son las principales particularidades que debemos conocer de una hipoteca para un local comercial. Aun así, como hacemos en todos nuestros artículos, os aconsejamos pedir asesoramiento a un profesional experto en este campo.
Si necesitas más información, ponte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de atenderte.